12 de marzo de 2008

Verdes haikús

Las chimeneas,
oráculos de acero,
nos lo advirtieron.


Rugen motores,
en sus entrañas arden
nuestros ancestros.


Pánico negro.
¡Evade aquella mancha,
hermoso albatros!


Corre la savia,
motosierra estridente,
los sauces lloran.


La dulce Gaia,
bajo nuestros crueles pies,
triste agoniza.

2 comentarios:

  1. Descubro tu blog, Carlos!
    Va un abrazo desde Morelia

    ResponderBorrar
  2. ¡Pues bienvenido, mi querido compa! Ojalá te guste lo que ves y lo que verás. Vaya un gran abrazo de retache desde Oaxaca hasta Morelia.

    ResponderBorrar