14 de marzo de 2008

Rescatados de una libreta de hace unos años...

Hay tantos procedimientos para destilar el placer, que la oferta de cocteles hedonistas es prácticamente infinita.


El ingrediente que amarga todos y cada uno de los cocteles hedonistas, haciéndolos imposibles de tragar, es el jarabe de moralina.


A veces me da por pensar que la vida no es más que uno de esos chistes larguísimos, tediosos, exasperantes, que al final sólo dejan dos opciones: no entenderles ni madres o no encontrarles ninguna gracia, y generalmente ocurren ambas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario